martes, 12 de mayo de 2015

Roberto Bolaño

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Allá por el 98 leí “Llamadas telefónicas” gracias a que alguien me dijo ¿pero no has leído este libro de relatos? Después me di cuenta de que no parecía un libro de cuentos más bien la narración de un paranoico,un autista, un solitario egocéntrico, una mente patológica; mezclado con detalles cotidianos que rozan la autobiografía, todo muy inquietante y difícil de clasificar, turbador; donde lo real y lo fantástico están perfectamente fundidos. A partir de aquí no he parado de leer su obra, cuentos “Putas asesinas”, novelas cortas como “Amuleto”, y enormemente largas y enigmáticas como “2666” un volumen con más de mil páginas donde pienso que existe un antes y un después de fagocitarlo, sin menospreciar a “Detectives salvajes”, “El Gaucho insufrible” y demás; también es poeta pero todavía no lo he descubierto en esa faceta. Este escritor no deja a nadie indiferente, ya existen ríos de tinta que hablan sobre su obra y su vida. Un chileno que en su juventud se fue a Méjico, que se hizo militante trotskista que regresó a Chile y le pilló el golpe militar de el dictador Pinochet, lo apresaron, torturaron y unos amigos le salvaron milagrosamente la vida, sacándolo de las cárcel y así aterrizó en España, trabajando en multitud de oficios, todos ellos descritos en sus novelas y cuentos; hasta que su hígado no dio para más y murió esperando un trasplante que nunca llegó.

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